¿Por
qué no come un niño?
Un niño
pequeño no sabe convencernos con sus palabras cuando quiere captar nuestra atención.
Una buena forma de captar nuestro interés puede ser no comer. Entre los 2 y los
6 años la mayor parte de los niños pasan por más de un episodio de inapetencia
que se resuelven de forma espontánea sin originar ningún problema. Un niño sano
al que se le ofrece regularmente una comida adecuada, no se alimenta mal,
aunque tome muy poca cantidad e incluso algún día casi no coma nada.
¿Cómo
saber si come lo suficiente?
Por
ejemplo, apuntando lo que come durante una semana. El mismo sistema se puede
emplear cuando queramos ampliar la variedad de su dieta. Se le debe ofrecer una
dieta variada y completa, y según las edades, las raciones serán de mayor o
menor tamaño.
¿Qué
hacer ante la inapetencia?
Si no
come, no sirve de mucho insistir o castigarle, es mejor emplear una actitud más
neutra, quitándole importancia al hecho de no comer. De la misma forma, tampoco
se le debe premiar el que coma, pues le haríamos entender que cuando come nos
hace un favor.
¿Cómo
ayudarle a comer mejor?
· Proponga un menú escrito para toda la semana. Este menú, si el
niño tiene más de dos años, será el mismo que el resto de la familia. El
escribirlo evitará que se hagan cambios para adaptarse más a sus gustos, en el
caso de que no quiera comérselo.
· Comer siempre en el mismo lugar. Los niños se sienten mejor si se
respetan sus rutinas. Si una vez come en la cocina, otra en el salón y al día
siguiente en casa de la abuela, se distrae mucho.
· Evitar distracciones. La televisión no debe ser su compañero
habitual en la comida. Si durante ese momento proliferan los juegos, cuentos o
disfraces, tenderá a prolongarlo para que dure más la “función”. Nosotros
mismos le estaremos apartando del objetivo, que es comer.
· Limitar el tiempo. Los niños pequeños no suelen tener buenas
referencias del tiempo que emplean en hacer algo. Para ayudarles se les puede
poner un reloj con alarma o un cronómetro de cocina, de los que se emplean para
controlar el tiempo de cocción de los alimentos. Un niño suele comer en unos 30
minutos.
· No ofrecer plato alternativo si no quiere comer. Le ofreceremos
una sola comida y si no quiere, pues no pasa nada. Se queda sin comer y no se
le da otro plato distinto, pero sin dramas ni castigos. A un niño sano no le
pasa nada si no le insistimos, ni le reñimos por no comer.
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