lunes, 17 de junio de 2013

Cursos de Verano


Buenos días!

Hoy os informamos de los cursos de verano disponibles en OPI durante la última semana de Junio,  todo el mes de Julio,  y la primera semana de Septiembre:


     TALLER DE INTELIGENCIA (2-12 años) :

Taller donde los pequeños de la casa no solo aprenderán, sino que se divertirán haciéndolo. Se trata de un método innovador donde mediante actividades lúdicas se estimula la inteligencia de forma integral. De esta manera, asentaremos una buena base de aprendizaje y fomentaremos la concentración. Se ha podido comprobar que, cuando se anima a localizar, descubrir, aplicar y ejercitar  estrategias de pensamiento y perfeccionar habilidades de razonamiento, el niño/a es capaz de desarrollar la habilidad de aprender a aprender, muy útil en aprendizajes posteriores. Nuestro principal objetivo es potenciar la creatividad, imaginación y estimular las habilidades básicas de la inteligencia (atención, percepción, habilidad numérica, razonamiento lógico, y comunicación) mediante manualidades y un sinfín de actividades con las que se lo pasarán en grande. Realizarán actividades como:
·          Comprensión lectora.
·          Lectoescritura
      Manualidades (barro, marionetas, construcción, pintura, música, juego con fines psicomotrices etc.)
·         Comunicación de emociones y vivencias a través del lenguaje y medios gestuales, verbales, gráficos y plásticos.
·          Identificar características de los objetos, clasificarlos y ordenarlos de acuerdo con los distintos criterios.
·          Comparar y relacionar
·          Relacionar conceptos nuevos con otros ya conocidos
·          Participar, integrarse y cooperar en actividades que permiten reafirmar su yo.
·          Tomar decisiones a su alcance por iniciativa propia y asumir responsabilidades.


    REFUERZO ESCOLAR (6-17 años)

Opción de horas de estudio con un profesor para recuperar asignaturas pendientes o para reforzar alguna materia en concreto o del curso en general y así, empezar con buen pie el nuevo curso escolar.







Aprovecha esta fantástica oportunidad y que los niños han terminado el cole para conocer nuestros talleres y así, ¡sumergirte en nuestro mundo de colores, fantasía y diversión!

  ¡AHORA CON UN 60% DE DESCUENTO!


martes, 11 de junio de 2013

Camisetas FLUOR

 Únete a la moda, vístete FLUOR

Entra en Facebook, dale a ME GUSTA  y hazte con tu camiseta FLUOR para este verano

link:
https://www.facebook.com/FLUORbcn?ref=stream&hc_location=stream#!/FLUORbcn






¡ No te quedes sin una este verano!

domingo, 9 de junio de 2013

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON O SIN HIPERACTIVIDAD


Desde el mas absoluto respeto hacia todos los profesionales que de una manera u otra nos vemos implicados en esta tarea, independientemente desde el abordaje que se trabaje, movida por el convencimiento de que cada uno desde su disciplina lo hace lo mejor que puede realizando su intervención con la mejor voluntad. Quisiera compartir a modo de reflexión este escrito desde un abordaje Psico-Bio-Social, que es el resumen de un Consenso de Expertos del área de salud el cual me fue facilitado por la Dra. Alicia Monserrat experta en este ámbito.

El diagnóstico de síndrome de “ Déficit de atención con y sin hiperactividad” (TDA/TDAH) , se realiza generalmente en base a cuestionarios administrados a padres y/o maestros y el tratamiento que se suele indicar es: medicación y modificación conductual.
El resultado es que los niños son medicados desde edades muy tempranas, con una medicación que no cura (se les administra de acuerdo a la situación, por ejemplo, para ir a la escuela) y que en muchos casos disimula una sintomatología mas grave.

Nos hemos encontrado con niños en los que se diagnostica TDA o TDAH cuando presentan cuadros psicóticos, otros que están en proceso de duelo o han sufrido cambios sucesivos (adopciones, migraciones, etc.) o es habitual también este diagnóstico en niños que han sido víctimas de episodios de violencia, abuso sexual incluido.

A la vez, los medios de comunicación hablan del tema casi como si se tratara de una suerte de epidemia, divulgando sus características y los modos de detección y tratamiento. Se banaliza así tanto el modo de diagnosticar como el recurso de la medicación. En el límite, cualquier niño, por el mero hecho de ser niño y por tanto inquieto, explorador y movedizo, se vuelve sospechoso de padecer un déficit de atención, aún cuando muchísimos de esos niños exhiben una perfecta capacidad de concentración cuando se trata de algo que les interesa poderosamente.

Sabemos que los problemas de aprendizaje suelen ser motivos de consulta muy frecuentes y que complican la vida del niño en tanto lo muestran como fracasado allí donde se expone a la mirada social. El "no atiende en clase", aparece como una queja reiterada de los adultos, que engloban con esa frase gran parte de las dificultades escolares.

Hay escuelas primarias en las que una cantidad alarmante de alumnos están medicados por TDA sin que se formulen preguntas acerca de las dificultades que presentan los adultos de la escuela para contener, transmitir, educar y acerca del tipo de estimulación a la que están sujetos esos niños dentro y fuera de la escuela. Es decir, se supone que el niño es único actor en el proceso de aprender.
Se podría pensar, que los niños que no pueden sostener la atención en relación a los contenidos escolares, que no permanecen sentados en clase o que están abstraídos, como "en otro planeta", expresan a través de estas conductas diferentes conflictivas.


En una época en que los adultos están en crisis, este tipo de tratamiento pasa por alto la incidencia del contexto, a pesar de las investigaciones que demuestran la importancia del ámbito en el que el niño se desenvuelve.

En tanto el ser humano es efecto de una historia y un entorno, imposible de ser pensado en forma aislada, tenemos que pensar también en qué situaciones, en qué momento y con quiénes se da este funcionamiento. La familia, fundamentalmente, pero también la escuela, son instituciones que inciden en esa constitución. Instituciones marcadas a su vez por la sociedad a la que pertenecen.


¿Los niños desatentos e hiperactivos dan cuenta de algo de lo que ocurre en nuestros días? Padres desbordados, padres deprimidos, docentes que quedan superados por las exigencias, un medio en el que la palabra ha ido perdiendo valor y normas que suelen ser confusas, ¿incidirán en la dificultad para atender en clase?
Tampoco se ha tomado en cuenta la gran contradicción que se genera entre los estímulos de tiempos breves y rápidos a los que los niños se van habituando desde temprano con la televisión y el ordenador, donde los mensajes suelen durar unos pocos segundos, con predominio de lo visual y los tiempos más largos de la enseñanza escolar centrada en la lectura y la escritura a los que el niño no está para nada habituado.

Por todo esto es totalmente inadecuado desde el punto de vista de la salud pública unificar en un diagnóstico a todos los niños desatentos y/o inquietos sin una investigación clínica pormenorizada.

Así, en las escuelas hay niños desatentos que se quedan quietos y desconectados, otros que se mueven permanentemente, algunos que juegan en clase, otros que reaccionan inmediatamente a cada estímulo sin darse tiempo a pensar... Un niño que no atiende, que se mueve desordenadamente, generalmente atiende de otro modo y a otras cuestiones diferentes a lo esperable. Y no puede ser englobado en una entidad nosográfica única.

Podríamos pensar entonces que se agrupan con ese nombre múltiples expresiones del sufrimiento infantil que merecen ser consideradas en su singularidad y tratadas teniendo en cuenta su multideterminación.

Es decir, la diferencia se da entre pensar que: a) una manifestación implica un cuadro psicopatológico y una causa orgánica y que de ahí se deriva un tratamiento o que: b) una manifestación puede ser efecto de múltiples y complejas causas y que hay que descubrir cuáles son y por consiguiente, cuál es el tratamiento más adecuado.


Desde nuestra perspectiva, nos encontramos con un niño que sufre, que presenta dificultades, que esas dificultades obstaculizan el aprendizaje y que debemos investigar lo que le ocurre para poder ayudarlo.


Es importante también destacar que muchas veces lo que se considera no es tanto este sufrimiento sino la perturbación que la conducta del niño causa en el medio ambiente, por lo cual la medicación funciona como un intento de aplacar a un niño que se "porta mal".

Aún cuando los medios científicos hablan de las contraindicaciones de las diferentes medicaciones que se utilizan en estos casos, llama la atención la insistencia con la que los medios propagandizan el consumo de medicación como indicación terapéutica privilegiada frente a la aparición de estas manifestaciones.


Todas los medicamentos que se utilizan en el tratamiento de los niños que presentan dificultades para concentrarse o que se mueven más de lo que el medio tolera, tienen contraindicaciones y efectos secundarios importantes, como el incremento de la sintomatología en el caso de los niños psicóticos, así como consecuencias tales como retardo del crecimiento.

En diferentes trabajos, con respecto al metilfenidato, se plantea que:



- No se puede administrar a niños menores de seis años.

- Se desaconseja en caso de niños con tics (Síndrome de Gilles de la Tourette).

- Es riesgoso en caso de niños psicóticos, porque incrementa la sintomatología.
- Deriva con el tiempo en retardo del crecimiento.
- Puede provocar insomnio y anorexia.
- Puede bajar el umbral convulsivo en pacientes con historia de convulsiones o con EEG anormal sin ataques.

Con respecto a las anfetaminas en general, éstas han sido prohibidas en algunos países (como en Canadá), además de ser conocida la potencialidad adictiva de las mismas.
Con respecto a la atomoxetina, se ha llegado a la conclusión de que produce (en forma estadísticamente significativa):

- aumento de la frecuencia cardíaca
- pérdida de peso, pudiendo derivar en retardo del crecimiento
- síndromes gripales
- efectos sobre la presión arterial
- vómitos y disminución del apetito
- no existe seguimiento a largo plazo.


También nos preguntamos, ¿la medicación dada para producir efectos de modo inmediato (efectos que se dan en forma mágica, sin elaboración por parte del sujeto), como necesaria durante largo tiempo, no desencadena adicción psíquica al ubicar una pastilla como modificadora de actitudes vitales, como generadora de un "buen desempeño"?.

Frente al avance de la difusión de este "síndrome" y teniendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto, quizás deberiamos reflexionar sobre la siguiente propuesta de un gran número de profesionales entre los que se encuentran pediatras, neuropediatras, psiquiatras, psicopedagogos y psicólogos entre otros:

- Que la evaluación de cada niño sea realizada por profesionales expertos en la temática y que se le otorgue la posibilidad de ser tratado de acuerdo a las dificultades específicas que presenta.

- Que la medicación sea el recurso último (y no el primero) y que sea consensuada por diferentes profesionales.

- Que se tome en cuenta el contexto del niño en la evaluación. La familia, pero también el grupo social al que el niño pertenece y la sociedad en su conjunto, pueden facilitar o favorecer funcionamientos disruptivos, dificultades para concentrarse o un despliegue motriz sin metas.

- Que se acote en los medios la difusión masiva de la existencia del trastorno por déficit atencional (cuando es un trastorno sobre el que no hay acuerdo entre los profesionales) y, sobre todo, el consumo de la medicación como solución mágica frente a las dificultades escolares.



OPI

lunes, 3 de junio de 2013

Instagram: @OPIQUOTES

Os dejamos aquí algunas de las quotes que colgamos diariamente en nuestro Instagram:


 

¡Feliz semana!